Gringo viejo
Los adultos activos, para la firma estadounidense Active Living International, son personas mayores de 50 años, independientes, con un estilo de vida muy sociable. Están en forma y tienen aficiones como viajar, practicar golf, tenis, natación y salir con los amigos. Y comienzan a retirarse sintiendo que todavía les queda mucho por disfrutar. Las desarrolladoras de viviendas en EU comienzan a fijarse en las necesidades de este colectivo, un mercado con un fuerte potencial de crecimiento. Muchas están construyendo ya conjuntos habitacionales específicos para ellos.
Son la generación del Baby boom, nacidos después de la Segunda Guerra Mundial. Cemex estima en un estudio sobre comunidades residenciales enfocadas a este segmento de población, elaborado junto a la compañía estadounidense Active Living International, que es la generación que se está retirando en mejores condiciones de salud. Tienen todavía mucha expectativa de vida, y su número es creciente. En 10 años serán más de 25 millones. “El de los baby boomers es el mercado más grande y que más rápido está creciendo en bienes raíces”, explica David Collins, de Active Living International, “y tienen tiempo, dinero e inclinaciones para tener un segundo hogar o retirarse en México”. Muchos (Cemex y Active Living International los estiman en 27,880,000) están deseando comprar una vivienda en comunidades diseñadas para ellos.
Las desarrolladoras estadounidenses están volteando sus ojos hacia México, lugar que muchos de estos baby boomers están eligiendo para vivir su jubilación. Cuando se retiran, buscan sobre todo buen clima, acceso a actividades recreativas, buenos servicios médicos, buenas comunicaciones con su lugar de origen y, sobre todo, un costo de vida menos elevado. México es un lugar ideal para estos desarrollos. Es un país más barato que EU, tiene buenas comunicaciones por carretera con EU y ofrece buen clima todo el año. El punto débil es el servicio de salud, que aunque está mejorando no alcanza todavía a dar todas las facilidades a estas personas.
Ya hay alrededor de 200,000 adultos activos viviendo en el país, parte del 1,036,300 estadounidenses residentes en México, según las cifras de Cemex y Active Living International. Pero todavía no hay comunidades específicas. El informe de Cemex estima una probabilidad de ventas de 10,000 unidades en los próximos 5 – 7 años. Si hoy se anunciaran y comenzaran a vender se estima que habría un mercado de 20,000 potenciales compradores.
Hay muchos lugares atractivos para estos retirados. Tradicionalmente han elegido lugares como San Miguel de Allende o la zona del lago Chapala, en Jalisco, pero otros, como Baja California Sur, Cancún o Puerto Vallarta, tienen mucha potencialidad, al ser lugares con buenas comunicaciones con EU y donde los estadounidenses suelen pasar sus vacaciones y, por tanto, son lugares conocidos por ellos.
Sensara Vallarta, en Nuevo Vallarta (Nayarit), es el primer proyecto específico para jubilados estadounidenses que se desarrolla en México. Lo están llevando a cabo una firma especializada desde hace décadas en EU en desarrollos y asesoría sobre este segmento, Active Living International, y una desarrolladora española, Grupo Suite. Ya han construido un proyecto similar en España, en la Costa del Sol, con mucho éxito de ventas e incluso algunos premios internacionales. El plan es construir 250 viviendas para mayores de 50 años, fundamentalmente de EU y Canadá, de aquí a 2008. Además de las viviendas, el complejo residencial tendrá un campo de golf, un hospital donde los residentes podrán seguir habitualmente los tratamientos que llevaban en su lugar de origen, tiendas, zonas de ocio…
Sensara Vallarta es el proyecto más consolidado, pero no es el único. Otros, como Loreto Bay, Baja California, son para un sector más amplio de la población, pero ya hay muchos adultos activos instalados en este nuevo pueblo costero. “Tenemos muchos atractivos para ellos”, explica Gorgan. “Actividades en la montaña, en el mar, un festival cada mes, de vino y cocina, de cine, de artesanía… Ocio para todos los gustos”. Es un terreno con 3,237 hectáreas, repartidas en 6,000 viviendas (541 vendidas y 127 en construcción), dos campos de golf, un club de playa, una marina y 1,600 cuartos de hotel. “Queremos una comunidad pequeña en la que se pueda caminar, con casas independientes para cada familia, donde no se permiten coches”, explica Jim Grogan.
Uno de los puntos clave son los servicios de salud que ofrecen. Para los adultos activos es fundamental tener acceso a un buen servicio médico y, sobre todo, de una manera inmediata. El número de hospitales, sobre todo privados, en las zonas proclives a acoger desarrollos para adultos mayores está creciendo, pero no es suficiente. “No es sólo que puedan acceder a buenos y rápidos servicios médicos”, explica Alberto de Armas, vicepresidente de desarrollo de Cemex, “sino que también puedan usar los seguros y programas médicos de su lugar de origen, que puedan seguir sus tratamientos y tomar los medicamentos habituales”.
Pero la principal característica de estos desarrollos es que son iniciativas completamente privadas. No hay políticas públicas para fomentar este sector, ni previsión de lo que puede ocurrir en unos años. La única iniciativa gubernamental fue un cambio en la legislación. Para permitir la inversión en áreas donde los extranjeros no podían tener propiedades (la costa y la frontera), el gobierno federal creó una figura especial, el fideicomiso de garantía. Según explica el informe de Cemex, “un banco mexicano es designado como el garante y posee el título de propiedad legal, pero el beneficio de uso es para el comprador”. Puede hacer reformas a la vivienda, rentarla e incluso venderla, aunque siempre a través del fideicomiso. “El periodo de validez es por 50 años, pero puede ser renovado por otros 50”.
No hay perspectivas de que se incrementen las políticas públicas que fomenten este mercado. Ninguna propuesta ha sido anunciada. El único candidato a la presidencia que ha hablado de este asunto es Felipe Calderón, de Acción Nacional, y lo ha hecho de una manera vaga, en un encuentro con los consejeros regionales de BBVA Bancomer el pasado 7 de febrero. Hablaba sobre la importancia que tendrá el turismo en su sexenio, en caso de que alcance la presidencia. “En EU se van a jubilar 77 millones de personas en los próximos ocho años y México tiene el deber de aprovechar ese potencial”.
Fuera de EU, no hay ningún país que pueda competir con México. “En Costa Rica hay algo de turismo de jubilados y una pequeña comunidad viviendo allá, pero no va a crecer mucho”, explica convencido De Armas, de Cemex. “La limitación principal es que sólo pueden ir en avión y eso no les gusta mucho”. Los competidores naturales son algunas zonas de EU. “Podríamos decir California”, comenta De Armas, “también la Florida y, hasta hace poco, otro destino importantísimo era Phoenix, Arizona, sobre todo por la oferta de campos de golf”. Pero son zonas más caras. Las posibilidades de México son enormes.
Son la generación del Baby boom, nacidos después de la Segunda Guerra Mundial. Cemex estima en un estudio sobre comunidades residenciales enfocadas a este segmento de población, elaborado junto a la compañía estadounidense Active Living International, que es la generación que se está retirando en mejores condiciones de salud. Tienen todavía mucha expectativa de vida, y su número es creciente. En 10 años serán más de 25 millones. “El de los baby boomers es el mercado más grande y que más rápido está creciendo en bienes raíces”, explica David Collins, de Active Living International, “y tienen tiempo, dinero e inclinaciones para tener un segundo hogar o retirarse en México”. Muchos (Cemex y Active Living International los estiman en 27,880,000) están deseando comprar una vivienda en comunidades diseñadas para ellos.
Las desarrolladoras estadounidenses están volteando sus ojos hacia México, lugar que muchos de estos baby boomers están eligiendo para vivir su jubilación. Cuando se retiran, buscan sobre todo buen clima, acceso a actividades recreativas, buenos servicios médicos, buenas comunicaciones con su lugar de origen y, sobre todo, un costo de vida menos elevado. México es un lugar ideal para estos desarrollos. Es un país más barato que EU, tiene buenas comunicaciones por carretera con EU y ofrece buen clima todo el año. El punto débil es el servicio de salud, que aunque está mejorando no alcanza todavía a dar todas las facilidades a estas personas.
Ya hay alrededor de 200,000 adultos activos viviendo en el país, parte del 1,036,300 estadounidenses residentes en México, según las cifras de Cemex y Active Living International. Pero todavía no hay comunidades específicas. El informe de Cemex estima una probabilidad de ventas de 10,000 unidades en los próximos 5 – 7 años. Si hoy se anunciaran y comenzaran a vender se estima que habría un mercado de 20,000 potenciales compradores.
Hay muchos lugares atractivos para estos retirados. Tradicionalmente han elegido lugares como San Miguel de Allende o la zona del lago Chapala, en Jalisco, pero otros, como Baja California Sur, Cancún o Puerto Vallarta, tienen mucha potencialidad, al ser lugares con buenas comunicaciones con EU y donde los estadounidenses suelen pasar sus vacaciones y, por tanto, son lugares conocidos por ellos.
Sensara Vallarta, en Nuevo Vallarta (Nayarit), es el primer proyecto específico para jubilados estadounidenses que se desarrolla en México. Lo están llevando a cabo una firma especializada desde hace décadas en EU en desarrollos y asesoría sobre este segmento, Active Living International, y una desarrolladora española, Grupo Suite. Ya han construido un proyecto similar en España, en la Costa del Sol, con mucho éxito de ventas e incluso algunos premios internacionales. El plan es construir 250 viviendas para mayores de 50 años, fundamentalmente de EU y Canadá, de aquí a 2008. Además de las viviendas, el complejo residencial tendrá un campo de golf, un hospital donde los residentes podrán seguir habitualmente los tratamientos que llevaban en su lugar de origen, tiendas, zonas de ocio…
Sensara Vallarta es el proyecto más consolidado, pero no es el único. Otros, como Loreto Bay, Baja California, son para un sector más amplio de la población, pero ya hay muchos adultos activos instalados en este nuevo pueblo costero. “Tenemos muchos atractivos para ellos”, explica Gorgan. “Actividades en la montaña, en el mar, un festival cada mes, de vino y cocina, de cine, de artesanía… Ocio para todos los gustos”. Es un terreno con 3,237 hectáreas, repartidas en 6,000 viviendas (541 vendidas y 127 en construcción), dos campos de golf, un club de playa, una marina y 1,600 cuartos de hotel. “Queremos una comunidad pequeña en la que se pueda caminar, con casas independientes para cada familia, donde no se permiten coches”, explica Jim Grogan.
Uno de los puntos clave son los servicios de salud que ofrecen. Para los adultos activos es fundamental tener acceso a un buen servicio médico y, sobre todo, de una manera inmediata. El número de hospitales, sobre todo privados, en las zonas proclives a acoger desarrollos para adultos mayores está creciendo, pero no es suficiente. “No es sólo que puedan acceder a buenos y rápidos servicios médicos”, explica Alberto de Armas, vicepresidente de desarrollo de Cemex, “sino que también puedan usar los seguros y programas médicos de su lugar de origen, que puedan seguir sus tratamientos y tomar los medicamentos habituales”.
Pero la principal característica de estos desarrollos es que son iniciativas completamente privadas. No hay políticas públicas para fomentar este sector, ni previsión de lo que puede ocurrir en unos años. La única iniciativa gubernamental fue un cambio en la legislación. Para permitir la inversión en áreas donde los extranjeros no podían tener propiedades (la costa y la frontera), el gobierno federal creó una figura especial, el fideicomiso de garantía. Según explica el informe de Cemex, “un banco mexicano es designado como el garante y posee el título de propiedad legal, pero el beneficio de uso es para el comprador”. Puede hacer reformas a la vivienda, rentarla e incluso venderla, aunque siempre a través del fideicomiso. “El periodo de validez es por 50 años, pero puede ser renovado por otros 50”.
No hay perspectivas de que se incrementen las políticas públicas que fomenten este mercado. Ninguna propuesta ha sido anunciada. El único candidato a la presidencia que ha hablado de este asunto es Felipe Calderón, de Acción Nacional, y lo ha hecho de una manera vaga, en un encuentro con los consejeros regionales de BBVA Bancomer el pasado 7 de febrero. Hablaba sobre la importancia que tendrá el turismo en su sexenio, en caso de que alcance la presidencia. “En EU se van a jubilar 77 millones de personas en los próximos ocho años y México tiene el deber de aprovechar ese potencial”.
Fuera de EU, no hay ningún país que pueda competir con México. “En Costa Rica hay algo de turismo de jubilados y una pequeña comunidad viviendo allá, pero no va a crecer mucho”, explica convencido De Armas, de Cemex. “La limitación principal es que sólo pueden ir en avión y eso no les gusta mucho”. Los competidores naturales son algunas zonas de EU. “Podríamos decir California”, comenta De Armas, “también la Florida y, hasta hace poco, otro destino importantísimo era Phoenix, Arizona, sobre todo por la oferta de campos de golf”. Pero son zonas más caras. Las posibilidades de México son enormes.

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